Siguiendo con la actitud de no estar cerca de la sala de juego mientras juegan los chicos, aproveché para seguir haciendo algo de turismo. Ya el año pasado me quedé con las ganas de ir, y no iba a dejar pasar otra vez la ocasión de visitar la Alhambra.
Ya al entrar me di cuenta de que es inmenso, y que habría que estar mucho tiempo para recorrerla y disfrutarla en profundidad. Aún así, el rato que estuve me encantó:
No hay comentarios:
Publicar un comentario