miércoles, 23 de marzo de 2011

Feliz día Maestro!!!

Hoy 23 de marzo de 2011 cumple años el Maestro Internacional Stefano Tatai. Con motivo de tan especial día he recuperado un artículo que escribió el mismo para "Ajedrez Canario" allá por el año 1975. Su título: "Así Perdí el Campeonato".

El 36º Campeonato absoluto italiano se celebró en Pesaro, del 1 al 14 de Junio pasado. La organización, realizada por el infatigable Presidente del Círculo Ajedrecístico de Pesarese, señor Alfio Vampa, fue impecable. Además, el tiempo siempre atrayente para los turistas, aunque en ocasiones menos favorable para los ajedrecistas, estuvo en su punto ideal: cielo casi siempre cubierto; temperatura raramente superior a los límites normales y lluvia esporádica que impedía a los participantes cualquier visita a los lugares pintorescos por lo que no se podía abandonar Pesaro.

Se coronó campeón el maestro internacional Bela Toth, con 9,5 puntos sobre 13 posibles. Su victoria fue incierta hasta el final. Sólo se consolidó al finalizar la última ronda, en una partida que duró 9 horas sin ningún tipo de interrupción. Incluso se temió por la entrega de premios que estaba programada para las 5 de la tarde del mismo día. Sin embargo, Toth fue capaz de conquistar ese medio punto que le hacía falta para superar al segundo clasificado, Cosulich. 3º fue el romano Passerotti, con 8,5 puntos; 4º Tatai, 8; 5º Grinza, 7,5; 6º Natalucci, 7;  7º,8º,9º R. Cappello, Micheli y Paoli, 6,5; 10º Zichichi, 5,5; 12º Della Lunga, 5; 13º/14º MAgrin y Perri, 3 puntos. Passerotti y Natalucci hicieron norma de maestro.


No obstante las buenas condiciones ofrecodas por la organización, este campeonato se ha distinguido por los muchos errores cometidos durante las partidas. Eso que en el lenguaje ajedrecístico se llama "despiste" y que no sólo puede comprometer una partida, sino que frecuentemente tiene un influjo nefasto para el resto del torneo.

A mí me sucedió en la 2ª ronda, en la partida que voy a comentar. La distracción en la jugada 21 no sólo fue causa de los errores sucesivos, sino que dio origen también a una conducta nerviosa que no favorecieron ciertamente mis ambiciones de repetir el resultado del año pasado.

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