En mi primera inaguración me dieron unas tijeras. Me las guardé, les di las gracias y me quedé esperando a que empezaran. Seguían mirándome con cara de perplejos, y por curiosidad les prequnté si tenía monos en la cara. Mi secretario me susurró que era para cortar la cinta. Yo pensaba que era un regalo. Ver anterior
1 comentario:
JAJAJAJAJAJA....
BRAVO!!! YO HUBIERA HECHO LO MISMO...
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