Hace décadas que lo de las acampadas no es lo mío. Personalmente soy más de sofá. Y es lo que hago cuando Erica tiene ocasión de irse con sus amigos. Así que, sin que sirva de precedente, le ofrecí irnos a su finca a pasar el fin de año. Y bueno, no sé si repetiré, pero la experiencia valió la pena.
Puesto que había que hacer los preparativos, había que llegar de día para aprovechar la luz solar. Empezamos por preparar las tiendas de campaña. Y no digo mal, ya que había que preparar una para Carmelo, el chucho:
La noche en Fasnia se hizo pronto, allá sobre las 7 de la tarde. Así que, como si fueramos guiris, comenzamos a cenar. A parte de algunos entrantes, preparamos unos langostinos al fuego:
Y como es la tradición, en casa o en el campo, la cena se acompañó con un buen cava:
Luego hicimos tiempo disfrutando del cielo estrellado, charlando y oyendo música de fondo esperando la entrada del nuevo año. La velada la alargamos hasta las 2 de la mañana, hasta que decidimos irnos a dormir a una de las tiendas de campaña.
2 comentarios:
No sé si "indignarme" por no avisarme, "marisconadas" las justas, y aunque pudiera ser una noche "perra" ... como la tuya, NINGUNA. (Feliz año).
Pues la verdad es que si, feliz año amigo antonio!!!
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