Gary Kasparov en su libro "Cómo la vida imita al ajedrez", hace referencia a una anécdota contada por el excampeón mundial de ajedrez Mihail Tal en una entrevista sobre sus pensamientos durante una partida complicada contra el GM soviético Vasiukov.
Tal tenía la habilidad de saber cuándo el cálculo por sí solo no bastaba para resolver el problema, tal como declaró en dicha famosa entrevista. Sopesaba la conveniencia de sacrificar un caballo y contó ésto:
" Las ideas se agolpaban en tropel. Yo había trasladado una sutil respuesta para mi oponente, que había funcionado en una ocasión, a otra situación donde naturalmente resultó bastante inútil. De manera que tenía la cabeza llena de un caótico montón de movimientos de todas clases, y del famoso 《abanico de variables》, del que los preparadores te recomiendan que cortes las ramas más pequeñas, que en ese caso se expandían con una velocidad increíble.
Y entonces, de pronto, por la razón que sea, recordé el famoso pareado de Korney Chukosvki ( un poeta que los niños en la Unión Soviética conocían muy bien):
Oh, qué tarea tan dura fue
arrastrar al hipopótamo fuera del estanque.
No sé por qué tipo de asociación apareció el hipopótamo en el tablero de ajedrez, pero aunque los espectadores estaban convencidos de que yo seguía estudiando la posición, en aquel momento solo intentaba averiguar:¿cómo se arrastra a un hipópotamo fuera de un estanque? Recuerdo que pensé en palancas y gatos hidráulicos, en helicópteros e incluso una escala de cuerda. Tras considerarlo durante un largo rato, admití mi fracaso como ingeniero, no sin cierto resquemor:《Bueno, ¡que se ahogue!》 Y de repente, el hipópotamo desapareció. Se fue del tablero de ajedrez tal como vino. Repentinamente. Y al instante la posición no me pareció tan complicada. En aquel momento, de algún modo, me di cuenta que era imposible calcular todas las variantes, y que sacrificar el caballo era, por su propia naturaleza, púramente intuitivo. Y dado que auguraba una partida muy interesante, no pude evitar hacerlo.
Y al día siguiente, me encantó leer en los periódicos que Mihail Tal, tras pensar detenidamente en la posición durante 40 minutos, y calcularlo minusiosamente, sacrificó una pieza..."
Este estracto pertenece al capítulo "Talento" del citado libro, y la partida en cuestión a la que se hace referencia es ésta:
1 comentario:
TREMENDA PARTIDA DE TAL, HAY TÁCTICA A RAUDALES Y FINALIZA CON UN FINAL DONDE INCLUSO HAY ALFILES DE DISTINTO COLOR QUE TALO MANEJA CON GRAN TÉCNICA
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