La 3ª ronda Campeonato de España de Ajedrez Sub12 fue escasa en buenos resultados, pero sí me sirvió para ver que tanto jugadores como entrenadores tenemos mucho que aprender y reflexionar. No siempre las cosas salen como uno propone, sino como la Diosa Caissa dispone.
A veces, es un poco frustrante que viniendo de tan lejos y con 140 jugadores en liza, te toque un jugador de tu expedición. Fue el caso del enfrentamiento entre Daniel y Cristina que se saldó con victoria del primero
Nauzet Cruz tenía el privilegio de jugar en la 3ª mesa, pero es curioso el funcionamiento de la unión mano-cerebro. En un momento dado Nauzet tiene opción de hacer un movimiento de caballo, pero tiene dos para realizar la misma jugada; su mente calcula lo correcto pero la mano ejecuta otro: Dios!!! por qué, cosas que igual ni un neurólogo podría explicar, pero para nosotros es simplemente algo inexplicable de la mente. Una pena porque la posición cambió radicalmente.
Este tipo de torneos son bastante especiales, los padres tienen unos 10 minutos para poder sacar las fotos de rigor y, solo los entrenadores, y no todos, pueden permanecer en la sala. Este año he tenido suerte, no me correspondía, pero amablemente José Carlos me cedió su acreditación de la Delegación Canaria. Esto te permite no solo observar las partidas que no se retransmiten, sino poder percibir ciertos detalles que estando fuera sería imposible detectarlos. Fue el caso de la partida de Sergio Peña, desde la 3ª jugada empezó a bostezar. Lo primero que se te ocurre es que tome un poco de coca-cola, pero no bastó. Son cosas que pasan, tendré que buscar la manera de que lleguen activos antes de la partida.
Y aquí viene la explicación del título de esta crónica. La partida de Pedro Pozo fue un poco agridulce. Desde el principio, según Pedro, el contrario fue descaradamente a cambiar todas las piezas. Como diría Mr. Mourhino: Por qué? Por qué me juegas a defender. Pero vamos al meollo, se produjo un final en el que Pedro se quedó con un alfil malo contra un caballo bueno.
Posiblemente la posición era favorable para el blanco, es decir, por lo menos no podía perder y tenía muchos chances para ganar. Pero las partidas son vivas y siempre hay algún resquicio para poder sacar algo positivo. Fue lo que ocurrió, la posición no era fácil y Pedro consiguió entablar con relativa facilidad. En los análisis posteriores el entrenador del oponente de Pedro dice:” Esta posición está totalmente ganada, hay una partida de Karpov-Kasparov en la que se demuestra que el caballo a base de zug-wuang consigue ganarla”. Y claro, yo le digo: “Pues vamos a jugarla”. La jugamos y encima de que no tiene ni idea, pasa de estar con ventaja a quedarse totalmente perdido. Yo pensé para mí que me había apuntado un millo como en el envite. No sé que habrá pensado su alumno, pero si fuera el niño pensaría que hizo el “bobo”. En fin, cuando no tenemos algo claro, o la verdad absoluta de una posición, lo mejor es callarnos o jugar mejor con el lenguaje: puede ser, es posible....
En definitiva, el torneo da mucho juego y, por lo menos, aprenderemos todos...
1 comentario:
Bien chicos, bien.... Segio no salgas de marcha y no bebas orujo que te duermes en las partidas
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