Laura Delia con su amiga Ailín. Empezaron a llegar los invitados del cumple, y aunque el día empezó nublado, al final pudieron darse un baño en las pìscina los más peques. Aunque alguno que otro adulto también aprovechó. Yo fui uno de ellos. Y es que el "Rincón del Pureta Guay", su abuelo, es un sitio ideal para organizar el cumpleaños de su nieta. Buen regalo por parte de él, además de la pata asada y esos chorizitos guisados con pimientos y cebollas.
Afortunadamente, este año lo organizamos mejor y no tuvimos el estrés del año pasado. Todo estaba preparado para que la gente fuera llegando y pudiera picotear y disfrutar de un día agradable:
Algunas no esperaron ni a que saliera el sol, y se prepararon para el primer chapuzón:
Otros disfrutaban de la tranquilidad en pareja, hasta que llegó el sol y consiguió adormilar a alguna:
Y como todo cumpleaños, llegó la hora de la tarta y la piñata:
Se terminaba la tarde, y los chicos apuraron los últimos juegos:
Al final, como cualquier día, empezó a caer la tarde y se acercaba la hora de empezar a recoger:
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