sábado, 7 de mayo de 2011

Adiós abuelo...

Este pasado jueves 5 de mayo de 2011 nos dejó Blas Rodríguez González a la edad de 81 años, fue mi abuelo particular en el ajedrez. Blas fue de esos viejos rokeros del tablero, no en vano fue campeón provincial y regional en épocas pasadas. Le gustaba el juego romántico, y siempre que la posición lo permitía intentaba rematar la partida con una buena serie de golpes tácticos y agresivos.

Yo tendría unos 15 años cuando lo conocí, y aunque ya por ese tiempo ya pasaba de los 50, siempre que se sentaba en el tablero aparecía su alma guerrera y su cuerpo le pedía marcha. En definitiva, sabía que empezaba una batalla y que había que dar lo mejor de si mismo. Recuerdo que más de una vez, en medio de la sala de juego y con silencio sepulcral se oía de repente un garraspeo de Blas. En ese momento sabíamos que su partida estaba en el momento crítico o que se abarruntaba una combinación mortal. En mi caso personal, a parte de compartir club durante muchos años en el Gran Canaria, tuve una sana rivalidad en el tablero en aquella época. Una vez conseguí ganarle y ya desde los análisis post mortem estaba pensando en la revancha!!!

Hace unos pocos años nos dejó su padre ajedrecístico Gregorio Hernández "Goyo". Recuerdo que siempre estaba pendiente de él y en cada Internacional de El Corte Inglés que arbitraba se interesaba por sus triunfos y era el primero que lo animaba en sus derrotas. Recuerdo que en el año 1992 después de jugar el Open Internacional de Benasque la expedición canaria tomó rumbo a Lanzarote. Cual fue mi sorpresa cuando vi que también jugaba Blas Rodríguez!!!. Seguramente Gregorio y los organizadores de la Sociedad la Democracia creyeron oportuno invitarle al evento. Recuerdo que estaba como un niño con zapatos nuevos, se sentía importante e incluso consiguió llevarse un trofeo que por desgracia se le quedó en una discoteca a la que fuimos al terminar el torneo. Al día siguiente se le comentó que ya se lo enviarían a Gran Canaria, pero Blas se empeño y antes de ir al aeropuerto quiso pasar por el local a llevarse el trofeo personalmente.

En las dos primeras partidas que jugué con él iniciaba mi andadura en la máxima categoría de la liga de Gran Canaria. En ellas Blas jugó al estilo Thal, es decir, sacrificios que en teoría no llegaban a buen puerto, pero que yo no supe refutar. En la primera fue tablas y en la segunda me vi desbordado por no encontrar la defensa a la entrega realizada:





Pero ese mismo año nos volvíamos a encontrar frente al tablero, esta vez era el torneo de Schaman. Como siempre, el buen pique entre mi abuelo y yo estaba en el aire, y ya era hora de que me tocara a mí. Esta vez fui yo quien le hizo probar su propia medicina y esta partida y unas cuantas más me valieron conseguir ser primero en este torneo:




No me acuerdo si fue en esta partida o en otra que conseguí también ganarle, pero en los análisis post mortem ocurrió que a cada variante que se le ocurría a Blas para mejorar su posición yo se la refutaba, hasta que en un momento ya cabreado dijo:" Lo que pasa es que te tenía que jugar 1.d4 en vez de 1.e4!!!". Era un crack, y siempre tenía presente que después de una derrota, ya me encontraría frente al tablero para devolvérmela. Y así fue, al año siguiente jugamos el Open de Ajedrez Cono Sur del Tesegue y me devolvió la derrota. En esta ocasión jugó con un poco de más cautela y se quedó mejor en el medio juego. En la parte final de la partida hay muchos fallos por ambas partes fruto de los apuros de tiempo, pero eso no cuenta, Blas se salió con la suya:




Así que: querido abuelo, querido Blas, si ves a "Goyo" dale recuerdos, y si ves a Ilundain rétale, seguro que no te dirá que no.

1 comentario:

Josué Pérez dijo...

David, yo también lo recuerdo con una sonrisa en la cara, y seguro con muchos más igual.... era un crack dentro y fuera del tablero...bella persona.